lunes, 29 de junio de 2015

Antonio García Nossa y Luis Eduardo Nieto Arteta: Trayectorias comunes desenlaces distintos

                                                                                                                                                                                                             Juan Carlos Villamizar[2]


Antonio García Nossa




“[...] era un socialista doctrinario y paradójicamente también un romántico. [...] qué placer daba escuchar sus exposiciones, dichas con ese acento tan propio suyo [...] No se contentó con estudiar nuestros problemas sino que extendió su investigación al más amplio campo de América Latina. [...] Detrás del conocimiento adquirido por el investigador, [había] un amor sincero por el pueblo, sobre todo por la clase campesina. Sus estudios sobre el problema agrario tienen un alto valor. Fue severo al juzgar el resultado de las reformas emprendidas, justificadamente severo, pienso yo. [...] Expuso su concepción socialista, estudió las características del capitalismo latinoamericano y el fenómeno de la dependencia”.[3]








Luis Eduardo Nieto Arteta - Fondo Nieto Arteta



“En Colombia, los más grandes talentos se malogran por falta de una férrea voluntad. Ello puede explicarse por especiales condiciones históricas. En efecto, en nuestra nación, el talento y la cultura, cuando residen ampliamente en una persona, se encuentran desamparados, sin apoyo social, en medio de una tremenda soledad. Todos los auténticos intelectuales son en Colombia hombres solitarios, entregados forzosamente a sí mismos, sin vinculaciones con la sociedad, haciendo intensos estudios para ellos solos. Tal es el signo trágico de la exigencia del intelectual en Colombia. Carta de Luis E. Nieto Arteta a Jaime Tobón Obregón, Bogotá, agosto 1941.”[4]







1          Introducción[1]

 En este 2012, se cumplen cien años del nacimiento y treinta de la muerte de Antonio García Nossa, promotor y fundador de las ciencias económicas en Colombia y cuya obra además ha tenido un efecto sobre la historia económica, en particular en el campo agrario. Mi interés se centra en posicionarlo como un intelectual que entre las décadas del treinta y setenta del siglo XX desarrolló una actividad intelectual que representa en muy buen grado, las tensiones y los intereses que el Estado y la sociedad colombiana privilegiaron en el campo de la cultura, entendida en el más amplio espectro de sus manifestaciones. Con el fin de observar con mayor claridad la especificidad y particularidad como los rasgos comunes de algunas de las actuaciones de Antonio García he tomado, como punto de comparación, a otro intelectual que compartió los mismos espacios como la academia, la política, el extenso mundo latinoamericano y se aventuró, igualmente, a ofrecer como García, una interpretación de la historia económica de Colombia, se trata de Luis Eduardo Nieto Arteta.[5]


Si bien es de interés el estudio de un individuo, el tipo de historia que buscó posicionar es aquella que informa por los grandes procesos, las estructuras, las leyes que explican el comportamiento de la sociedad en una época dada.[6] Al ocuparme de los dos individuos citados no buscó hacer consideraciones acerca de dos héroes, aunque lo parezcan, sino establecer en el tiempo en que vivieron cómo sus vidas estaban marcadas por lo que aquí llamaré la comunidad política[7] por oposición a una comunidad epistémica[8] en lo que a mediados del siglo XX era el incipiente campo de la historia económica.[9] Otro enfoque teórico que orienta esta disertación es el referido a la literatura acerca de los intelectuales, sus características, su comportamiento y su papel en la sociedad.[10] Mostraré entonces, como Antonio García Nossa y Luis E. Nieto Arteta quedaron atrapados en un mundo conservador, clerical y reaccionario y fue sólo su entereza personal y la obra que produjeron la que los sacó a flote para que hoy, al comenzar el siglo XXI, nos ocupemos de ellos. Es conveniente señalar, que en el mundo de las letras colombianas, en particular de las ciencias sociales, ha habido interés por estudiar a los personajes, en el caso de Antonio García su nombre ya aparece entre los cuarenta pensadores seleccionados en la colección en dos tomos titulada Pensamiento Colombiano del Siglo XX (2007 y 2008),[11] por su parte, Luis E. Nieto fue objeto de una pequeña pero estimulante biografía de Gonzalo Cataño (2002),[12] de la publicación de una selección de obras por parte de la Cámara de Representantes (1983)[13] y la Universidad Externado realizó una colección de cuatro ensayos y una bibliografía en Ensayos sobre el pensamiento económico de Luis E. Nieto Arteta (2003).[14] Me propongo ofrecer una interpretación adicional que desde la historia nos permita comprender el pasado de dichos personajes a través de algunos acontecimientos que marcaron sus vidas y que hoy nos revelan el curso de la historia de las ideas de nuestra propia historia económica, política y social.

2          El periodo vivido

Nacidos casi el mismo año, Antonio García en 1912 y Luis E. Nieto en 1913, ingresaron a los dieciocho años al centro de formación de las élites colombianas en la primera mitad del siglo XX, la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional en Bogotá, coincidiendo con el inicio del periodo liberal en el gobierno, luego de cuarenta años de dominio conservador. La vida de estos dos personajes plantea interacciones entre el campo de la cultura y el poder político, por lo que es de utilidad el examen de su relación. El campo de la cultura plantea jerarquías y relaciones de poder en las cuales se ponen a prueba diferentes tipos de acumulación de capital: cultural, simbólico, económico, político. Para el caso colombiano, el estudio de Miguel Ángel Urrego, Intelectuales, Estado y Nación en Colombia,[15] muestra la formación del campo cultural en el siglo XX y encuentra que,

[…] la formación del campo cultural está determinada por una particular marginalidad con respecto al mundo capitalista. No sólo la inserción en el mercado mundial y el acceso de capitales fue pobre a comienzos del siglo XX, también, en el terreno de las ideas existieron limitaciones en la recepción de las corrientes más avanzadas del pensamiento universal. […] La Iglesia y el partido conservador se empecinaron en señalar que el liberalismo, además de ser un pecado, era una escuela de pensamiento extraña a nuestra realidad. Este juicio ha sido repetido, […] para oponerse a la circulación del marxismo y a otras corrientes críticas.[16]

Urrego divide el siglo XX en cinco grandes periodos: la hegemonía conservadora (1890-1930), la república liberal (1930-1946), los intelectuales bajo la violencia (1946-1962), el surgimiento del campo intelectual (1962-1982), y finalmente el periodo de la reintegración de los intelectuales al Estado (1982-1991). Antonio García y Nieto Arteta tuvieron una presencia con su obra (aunque no  en su presencia como personas), en los tres periodos que van de 1930 a 1982. Coincide también con el tránsito de las disputas por el poder entre liberales y conservadores hasta el 13 de junio de 1953, luego el interludio del régimen militar hasta el 10 de mayo de 1957, y posteriormente el periodo del Frente Nacional hasta 1974.

3          Similitudes

Los dos personajes de los que nos ocupamos aquí, presentan varias características similares que es preciso destacar: su formación como abogados, su participación en las principales publicaciones de divulgación económica y jurídica de la primera mitad del siglo XX y la más importante, forjadores de los campos de conocimiento de la economía y de la historia económica.
Su formación como abogados se corresponde con el final de los gobiernos conservadores y el inicio de la república liberal en los años treinta. Se trata de un período de cambio de la defensa de los ideales hispánicos, conservadores y católicos y que tuvieron su expresión intelectual en los gramáticos conservadores Miguel Antonio Caro, Rufino José Cuervo, José Manuel Marroquín, Marco Fidel Suarez. De acuerdo con Malcolm Deas, la preocupación por el idioma “… radicaba en que la lengua permitía la conexión con el pasado español, lo que definía la clase de república que estos humanistas querían.”[17] Con el ascenso de los liberales al poder, esta concepción lentamente cambió hacia una profesión como el derecho, una profesión para el ejercicio del poder pero también para el desarrollo de otras profesiones liberales como la economía y la filosofía. Ambos ingresaron a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional, García en 1930 y Nieto en 1931 y aunque el primero se fue a terminar sus estudios en la Universidad del Cauca, regresó en 1938 a la Universidad Nacional en Bogotá. De dicha Facultad salieron buena parte de los cuadros dirigentes de los partidos y las diferentes instancias del Estado en la primera mitad del siglo XX. Se trataba de una cantera de profesionales y políticos que sólo era disputada por algunos centros regionales como la Escuela de Minas y la Universidad de Antioquia en Medellín.[18]
Antonio García y Luis E. Nieto fueron también animadores de tres publicaciones que permiten observar cómo se distanciaron de la formación en el campo del derecho e incursionaron, novedosamente, en las ciencias económicas y la historia económica, cuando todavía esos dos conocimientos se reducían a la hacienda pública y el derecho mercantil la primera y a la historia patriótica. La primera de esas publicaciones fue la Revista Jurídica que entre 1908 y 1938 fue una publicación de la Sociedad Jurídica, una organización de estudiantes de la facultad.[19] En ella participó Luis E. Nieto donde mostró su capacidad para entender el Marxismo[20] e introdujo una discusión acerca de Marx y Spengler.[21] Después desde 1943 pasó a ser una publicación dirigida por la Facultad de derecho y la Sociedad Jurídica, en cuya primera dirección colectiva por parte de los profesores fue representada por Antonio García. En ese primer número de la segunda época, García presentó un artículo acerca de la necesidad de la integración económica latinoamericana[22] y publicó un texto del que ya era profesor Luis E. Nieto, acerca de la moneda como un instrumento económico de poder adquisitivo estable.[23] Igualmente se presentó una reseña de un libro publicado por Nieto en Argentina, Lógica, fenomenología y formalismo jurídico, en la cual, dice el reseñista: "Creemos que este libro es casi totalmente desconocido en Colombia, pero este hecho, tan común en nuestro país, no resta valor a la obra del doctor Nieto, tal vez la mejor lograda y la más adecuada en la ya abundante producción del joven profesor."[24]
Luego vinieron dos publicaciones de carácter económico, una El Mes Financiero y Económico
Articulo de Nieto en el Mes Financiero -
Foto: Juan Carlos Villamizar
(EMFE),
que circuló entre 1937 y 1948, dirigida por el congresista y antiguo Contralor General de la República Plinio Mendoza;
otra, El Mes Financiero. Revista Colombiana de Economía y Finanzas (RCEF), circuló entre 1951 y 1958, dirigida por el abogado y Representante a la Cámara Argemiro Martínez. Éstas publicaciones ofrecieron pequeñas reseñas biográficas de sus colaboradores, en las cuales, se exaltaba su ejercicio profesional en el campo de la economía, y se dieron a sí mismas, a la tarea de otorgar a tales autores o personajes públicos, el título de “economistas”.
La primera, había nacido al abrigo de las reformas económicas liberales de los años treinta del siglo pasado, sus miembros, eran una comunidad política y de negocios que intentaba comunicar los asuntos económicos, a los que ahora, en medio de una economía más compleja, se veían enfrentados. Así, en 1945, ellos definieron que quien ejercía la profesión de economista, adquiría un rango especial, como lo habían sido los abogados o los militares y sacerdotes en el siglo XIX. Era una preocupación por posicionar el conocimiento que requería la creciente industrialización del país. El grupo seleccionado estaba compuesto por trece abogados, tres economistas, dos ingenieros civiles, un médico y un financista. El principal centro de formación era la Universidad Nacional, dos acreditaban estudios en los Estados Unidos, uno en Moscú, otro en la Universidad de Chile, y los demás, de las universidades del Cauca, Externado y Libre.
Estas características de formación no eran las principales y más destacadas por el editor. La sociedad colombiana de la primera mitad del siglo XX, había estructurado la sociedad alrededor de los partidos políticos, es decir, la estructura del campo, en términos del nuevo conocimiento que está naciendo –el económico-, se revela por la posición de poder, en este caso, de poder político. Los seleccionados fueron: el Presidente de la República Alfonso López Pumarejo,[25] los Contralores Generales de la República Alfonso Palacio Rudas,[26] y Carlos Lleras Restrepo, que estuvo como editorialista de la revista la mayor parte del tiempo,[27] tres representantes ante la Junta Directiva del Banco de la República,[28] tres miembros de la Junta de Defensa Económica Nacional,[29] dos profesores de economía,[30]el candidato a la presidencia Mariano Ospina Pérez, el Ministro de Hacienda Francisco de Paula Pérez,[31] el exministro Esteban Jaramillo, [32] un alto funcionario Jefe del Departamento de Comercio del Ministerio de Relaciones Exteriores que había publicado la historia del dinero en Colombia,[33] Alejandro López,[34] Luis López de Mesa[35] y Antonio García.[36]
Sólo faltaba Nieto, que escribió para la revista ocho artículos entre 1940 y 1945, no sería destacado por sus capacidades intelectuales; era claro el perfil de comunidad política, pero no de comunidad epistémica, es decir, un grupo que plantea problemas, ofrece soluciones y debate alrededor de un campo del saber, en este caso, la economía.[37]
En los cincuenta, la segunda publicación, RCEF, mantendría el espíritu de la anterior. El Comité editorial estaba conformado por Miguel López hermano del exPresidente Alfonso López,  el exMinistro de Hacienda Francisco de Paula Pérez, el diplomático Abel Botero, el delegado permanente ante las Naciones Unidas Eliseo Arango, el Representante a la Cámara Augusto Espinosa y el exRector de la Universidad Nacional Gerardo Molina.
El consejo editorial estaba compuesto, de nuevo, por miembros de la comunidad política, pero que, para la sociedad de entonces, y en particular para su director, eran “intelectuales del mayor prestigio en los temas de la economía y las finanzas […] ampliamente conocidos del país por su larga trayectoria en posiciones administrativas, parlamentarias y diplomáticas.[38] La publicación estaba dirigida a industriales, comerciantes, banqueros, hombres de negocios, -como había ocurrido con la revista liberal de los cuarenta- por lo tanto, durante sus nueve años de existencia, hicieron intentos por mantener informados a sus lectores de la situación económica de Colombia y del mundo. Será, en esta publicación en la que Nieto publicó uno de sus últimos artículos teóricos: Actualidad latinoamericana de Federico List.[39]
La participación de García y Nieto en las tres publicaciones revela unos rasgos que son característicos de los intelectuales, uno de ellos fue ser autónomos frente a la sociedad en que viven. En un mundo de abogados, optaron por dedicarse al estudio y difusión de las ciencias económicas, más allá del carácter hacendístico que se fomentaba en los círculos universitarios de la época. Su ímpetu es sólo equiparable a la labor intelectual adelantada por Alejandro López (1876-1940).[40]
Otro rasgo de su autonomía se vio reflejado en su alejamiento consciente de los partidos políticos liberal, conservador y comunista, por el contrario, pusieron sus intereses en la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria (UNIR) el movimiento de Jorge Eliecer Gaitán en 1933, pero pronto sus ilusiones se desvanecieron y unos meses más tarde en 1934, se retiró con un grupo de militantes jóvenes que luego formaron el Grupo Marxista (que duró hasta 1935).[41] Por su parte, Antonio García, más activo en política que Nieto, fundó en 1943 la Liga de Acción Política (LAP) y después de 1951 el Movimiento Socialista Colombiano (MSC), pero sus coqueteos con la política no pararon allí y se mantuvo siempre activo al lado de Jorge Eliecer Gaitán y después de Gustavo Rojas Pinilla, ambos representantes de rupturas con el establecimiento político liberal-conservador.
La tercera característica de mayor trascendencia es haber sido los animadores y forjadores de dos campos del conocimiento en Colombia: la economía y la historia económica. Además de la participación en las publicaciones mencionadas con artículos referidos a la economía, ambos y por distintos caminos, decidieron hacer grandes síntesis de la historia económica colombiana. El primero fue Luis E. Nieto que en 1942 publicó Economía y cultura en la historia de Colombia, la cual, fue publicada por segunda vez en 1962 y de allí en adelante fueron editadas siete ediciones más, para un total de nueve hasta 1996. Igualmente en 1947, redactó un ensayo para el Fondo de Cultura Económica de México, El café en la sociedad colombiana, publicado luego en 1958 y hasta 1997 llegó a las once ediciones. En lo que respecta a Antonio García en 1948 publicó Bases de economía contemporánea, en 1984 hubo una segunda edición, ésta es una obra en la que estableció buena parte de las bases de su pensamiento y que tendría muchos desarrollos en las demás obras que escribió, entre otras, La estructura del atraso en América Latina (1969, 1972, 1978, 2006) y La Sociología de la reforma agraria en América Latina (1973). Lo que me interesa destacar con estas publicaciones es que fueron el producto de una necesidad de entender el pasado nuestro desde la independencia, ya no a través de la narración de los acontecimientos políticos, ni los grandes héroes, ni las batallas, sino mediante el uso del enfoque marxista y el método del materialismo histórico, algo inédito para los años cuarenta (más riguroso en Nieto que en García). Antonio García además fundó el Instituto de Ciencias Económicas anexo a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional en 1945 y creo la revista Cuadernos de Orientación Económica, de la cual, se conocieron tres números.
Una cuarta característica común en estos intelectuales, fue la de haber sido extranjeros en el medio colombiano. Para ambos América Latina era su mundo, tenían una conciencia plena de pertenecer, no como sus antecesores gramáticos, al mundo hispánico, sino al mundo del atraso, de la periferia y el subdesarrollo. Coincidieron en sus apreciaciones acerca de la necesidad de romper con la idea que el comercio internacional debía realizarse en igualdad de condiciones entre los países industrializados y los países agrarios como el nuestro. Nieto expresó estas ideas con ocasión de una publicación realizada en la cancillería con el propósito de formular medidas prácticas para afrontar la segunda Guerra Mundial y García en la obra Bases de economía contemporánea, formuló su teoría de la economía de la defensa de los países débiles mediante un pacto de cooperación de los países de América Latina.
Luis E. Nieto, en su trabajo en la cancillería le permitió entrar en contacto directo con intelectuales en México y Argentina, además de conocer el mundo intelectual de España en tiempos de la República Española, Brasil y ser parte del equipo colombiano en la Conferencia de Breton Woods. Entró en contacto con el Sociólogo español, José Medina Echavarria traductor de la primera versión al castellano del Economía y Sociedad de Max Weber al quien, con Gerardo Molina, invitaron a la Universidad Nacional en 1947. Igualmente el Fondo de Cultura Económica le abrió las puertas y no sólo publicó tres artículos en El Trimestre Económico (1943, 1944 y 1948),[42] sino también Daniel Cosio Villegas le pidió una historia económica de Colombia, cuyo único avance fue el libro del Café.
Algo parecido podemos decir de Antonio García, que después de abandonar Colombia el 10 de mayo de 1957, permaneció durante los siguiente trece años hasta 1970, en asesorías en varios países del continente latinoamericano. Pero a diferencia de Nieto, García logró presencia editorial en varios países del continente, al punto que la mayor parte de sus publicaciones son de países diferentes a Colombia.


[1] Ponencia presentada al evento: Memoria histórica FCE 60 años. Homenaje a Antonio García Nossa. Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia – 24 de mayo de 2012 – Salón 310. El autor desea agradecer a Beethoven Herrera y al comité organizador de la Facultad por invitarme a participar del evento.
[2] Doctor en Historia y economista de la Universidad Nacional de Colombia. Administrador Público de la Escuela Superior de Administración Pública.
[3] Carlos Lleras Restrepo, “Antonio García Nossa”. Notas editoriales. Nueva Frontera. Mayo 10-16, No. 381, Bogotá, 1982.
[4] Citado por Gonzalo Cataño, Luis Eduardo Nieto Arteta: esbozo intelectual. 67 Temas de derecho público. Bogotá, D.C: Universidad Externado de Colombia-Instituto de Estudios Constitucionales Carlos Restrepo Piedrahita, 2002.
[5]  La comparación histórica implica el establecimiento de unidades de análisis, cada una con variables de análisis para el establecimiento de similitudes y diferencias dentro de cada unidad. Si bien existe una extensa literatura sobre el tema, adoptamos la idea de la comparación de un sujeto por referencia a otro, con el fin de fortalecer los rasgos característicos del primero. Esta es la versión adoptada por Jurgen Kocka en: "La comparación histórica." En Historia social y conciencia histórica, ed. Jurgen Kocka. Madrid: Alianza, 2002.
[6] Tilly, Charles, Grandes estructuras, procesos amplios, comparaciones enormes. Alianza Editorial. S.A., Madrid, 1991.
[7] Villamizar, Juan Carlos. "La influencia de la CEPAL en Colombia, 1948-1970." Tesis Doctoral, Universidad Nacional de Colombia, 2012.
[8] Haas, Peter. "Introduction: Epistemic Communities and International Policy Coordination." International Organization Foundation 46, no. 1 (1992, Winter): 1-35. http://www.jstor.org/stable/2706951.
[9] Bourdieu, Pierre. Homo academicus. Translated by Ariel Dilon. 1a ed., ed. Siglo XXI Editores. Buenos Aires, 2008.
[10] Un texto que busca hacer una caracterización de este tipo de individuo y su papel en la sociedad ver: Goldfarb, Jeffrey C. Los intelectuales en la sociedad democrática. Translated by Carmen Martínez Gimeno. 1 ed. Madrid: Cambridge University Press, 2000.
[11] Guillermo Hoyos Vásquez, Santiago Castro-Gómez et., al. Pensamiento colombiano del siglo XX. 2 vols. 1 ed. Bogotá, D.C: Instituto Pensar - Universidad Javeriana, 2007 y 2008.
[12] Cataño, Gonzalo. Luis Eduardo Nieto Arteta: esbozo intelectual. 67 Temas de derecho público. Bogotá, D.C: Universidad Externado de Colombia-Instituto de Estudios Constitucionales Carlos Restrepo Piedrahita, 2002. Este autor ha hecho una de las mejores aproximaciones al pensamiento de Nieto Arteta y realizó una recopilación de su bibliografía y publicó una selección de textos del mismo
[13] Nieto Arteta, Luis E. Luis Eduardo Nieto Arteta. Obras Selectas. Pensadores Políticos Colombianos. Compilación de Jorge Mario Eastman. Bogotá, D.C: Cámara de Representantes - Imprenta Nacional, 1983.
[14] Correa, Juan Santiago. Ensayos sobre el pensamiento económico de Luis E. Nieto Arteta. 1 ed. Bogotá, D.C: Universidad Externado de Colombia, 2003.
[15] Urrego, Miguel Ángel. Intelectuales, Estado y Nación en Colombia. De la guerra de los mil días a la constitución de 1991. Bogotá, D.C: Universidad Central-DIUC, 2002.
[16]  Ibíd., p. 17.
[17] Deas, Malcolm. "Miguel Antonio Caro y amigos: gramática y poder en Colombia." En Del poder y la gramática y otros ensayos sobre historia, política y literatura colombianas, 27-62. Bogotá, D.C: Taurus, 2006.
[18] Para una revisión de la Facultad de derecho en Bogotá entre 1867 y 2000 ver: Villamil Ardila, Carol. Aproximación histórica a la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, D.C: UNIBIBLOS, 2001.
[19] Jaramillo, Luis Felipe. "Fundación de la Sociedad Jurídica." Revista Jurídica XIX, no. 198 y 199 (1927, Abr - May): 4. La Sociedad Jurídica de la Universidad Nacional fue fundada como corporación científica el 4 de julio de 1908 por un grupo de estudiantes de la Facultad Nacional de Derecho: "Joaquin Guell, Tulio Enrique Tascón, Federico Puertas J., Jorge González García, José Hipólito Andrade, José Salcedo, José Antonio Vargas Torres, Liborio Escallón, Salvador Iglesias, Manuel Higuera, Ricardo Serna, Teodomiro Calderon D., y Remigio González G."(p. 120). El 4 de septiembre la Sociedad creó su órgano de difusión la Revista Jurídica bajo la dirección de Joaquín Guell. Entre sus fines está "estrechar los vínculos entre los alumnos de la Facultad, desarrollar los hábitos de estudio y difundir las nociones de justicia y del derecho"(p. 121). Cada semana tiene sesiones en las cuales se leen trabajos. Tiene entre sus socios honorarios a miembros de Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Inglaterra, México, Uruguay y Venezuela.
[20] Nieto, Luis E. "El debate promovido por la Sociedad Jurídica. La visita de los estudiantes chilenos." Revista Jurídica XXV, no. 227 y 228 (1933, Marzo-Abril): 73-79. Se trató de un debate producido con estudiantes chilenos que visitaron la ciudad de Bogotá, donde éstos hicieron una crítica de la teoría económica marxista y tres colombianos hicieron la defensa de la misma, entre ellos Luis Eduardo Nieto Arteta. Explicó éste último que "en el sistema marxista todo reconoce motivos, todo se explica por razones y causas."(p. 75).  Explica la naturaleza del capital como toda riqueza en función productiva. Destaca que la distinción entre productividad y rentabilidad fue primero formulada por Durhing. Igualmente Nieto precisa el carácter histórico del capital como un sistema con sus propias leyes. Continúa su exposición, explicando el papel de los salarios y la composición orgánica del capital en el avance del capitalismo. Explica además, que la concentración del capital no puede ir acompañada de una división del capital como en la estructura de la propiedad accionaria. Nieto recurre al método dialéctico para señalar que "el capitalismo crea las condiciones objetivas que hacen inminente su desaparición" (p. 77). Pero aclara, "hay que advertir que las relaciones de producción no desaparecen, mientras en su seno las fuerzas de producción, no hayan alcanzado el desarrollo que ellas les permitan, sin destruirse a sí mismas."(p. 77).
[21] Nieto, Luis E. "Marx y Spengler." Revista Jurídica XXVI, no. 234 (1934, Agosto): 37-44.
[22] García, Antonio. "América Latina y la buena vecindad." Revista Jurídica, no. 2 (1943 segunda época, Noviembre): 200-214.
[23] Nieto, Luis E. "Una moneda de poder adquisitivo estale." Revista Jurídica no. 1 (1943, Octubre): 34-48.
[24] Editores. "Reseña: Lógica, fenomenología y formalismo jurídico por Luis Eduardo Nieto Arteta." Revista Jurídica no. 1 (1943, Octubre): 112-113.
[25] EMFE, Vol. IX, No.84, enero 1945.
[26] Alfonso Palacio Rudas había colaborado con algunos artículos en la revista: La minería en el Tolima (V.I, No.6, octubre 1937); El control de los cambios (V.II, No.23, Marzo 1939); Lo que nos enseño la crisis (V.III, No.31, noviembre 1939). EMFE, Vol. X, No.96, p.1-3. Fueron incluidos tres breves ensayos del biografiado, La estabilización de las monedas, En torno a los controles, Una revolución fiscal.
[27] Guillen, Fernando. "Breve biografía de Carlos Lleras Retrepo." EMFE. Vol. IX, no. 93 (1945): 5-11, p. 7).
[28] Esteban Jaramillo (1945), José Arturo Andrade (1945) y Moisés Prieto
[29] Antonio García, Jesús Marulanda, Luis López de Mesa.
[30] Eliseo Arango y Gonzalo Restrepo Jaramillo
[31] EMFE, Vol. IX, No.95, diciembre 1945, p. 7.
[32] EMFE, Vol. IX, No. 92, p. 1.
[33] Guillermo Torres García. EMFE, Vol. IX, No. 86, p. 83-84.
[34] EMFE, Vol. IX, No.91, p. 3.
[35] EMFE, Vol. XI, No. 97, 1946, p. 26-29.
[36] EMFE. Vol. IX, no. 85; EMFE, Vol. X, 1946, No.99
[37] Para la definición de comunidad epistémica: Haas, Peter. "Introduction: Epistemic Communities and International Policy Coordination." International Organization Foundation 46, no. 1 (1992, Winter): 1-35. http://www.jstor.org/stable/2706951.
[38] Martínez, Argemiro. "Comité Editorial." RCEF. 3, no. 18 (1953 jun.): 4.
[39] Nieto Arteta, Luis Eduardo. 1953 ago. Actualidad latinoamericana de Federico List. RCEF. III, no. 19: 53-56.
[40] La mejor biografía de Alejandro López es la de Alberto Mayor, Técnica y Utopía. Biografía intelectual y política de Alejandro López, 1876-1940. Medellín: Fondo Editorial Universidad EAFIT, 2001.
[41] Gonzalo Cataño, Op. Cít.
[42] "El régimen de compensación y el comercio americano." El Trimestre Económico. IX, no. 4 (1943): 560-590.; "Los valores, los precios y la masa monetaria." El Trimestre Económico. XI, no. 1 (1944): 26-51. "La cooperación económica interamericana." El Trimestre Económico. XIV, no. 4 (1948): 516-533.

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