jueves, 25 de mayo de 2017

Memoria y olvido: relato de la fabula de la historia de Colombia, 1930-1960

Anotaciones en torno a al libro: Memoria y olvido: Usos públicos del pasado en Colombia, 1930-1960,  de Sandra Patricia Rodríguez Ávila editado por la Universidad del Rosario y la Universidad Nacional de Colombia.

El libro que ahora tenemos al público, es una invitación a repensar nuestro pasado histórico como colombianos, nos muestra una muy rigurosa investigación acerca de la construcción de la memoria oficial del país que hizo la Academia Colombiana de Historia entre 1930 y 1960. El trabajo de Sandra Rodríguez, hecho bajo los parámetros de la investigación científica adquiere un status que nos acerca a la verdad, no de la historia realizada por los miembros de la Academia, sino del propósito adelantado por las élites conservadoras de la primera mitad del siglo XX en forjar dicha memoria, haciendo un uso público del pasado mediante conmemoraciones patrióticas, la enseñanza de la historia y la conservación del patrimonio.

El texto trae dos aluciones a Eric Hobsbawn pertinentes y lapidarias: la primera dice: “Es esencial que los historiadores recuerden constantemente esto. Las cosechas que cultivamos en nuestros campos pueden terminar convertidas en alguna versión del opio del pueblo” y la segunda sostiene: “… la historia mala no es historia inofensiva. Es peligrosa. Las frases que se escriben en teclados aparentemente inocuos pueden ser sentencias de muerte”. El libro de Sandra, refleja con claridad como la historia nacional elaborada por la Academia llevó a la realidad, y con lujo de detalles, las sentencias del historiador inglés.

Dicho esto, dos aspectos surgen luego de la lectura de la sesuda investigación que tenemos entre manos: el primero, que estamos frente a la revelación de lo que fue la historia oficial, de carácter confesional católico, orientada hacia el hispanismo, el culto patriótico y el respeto por las fuerzas armadas y las elites. Se trata de una concepción pre-científica, guiada por el animismo, una pseudo-ciencia de la historia nacional, conceptos que no usa Sandra pero que se llenan de contenido con sus páginas. El segundo aspecto, que proviene del primero, es que la historia oficial promovida por la ACH, fue y tal vez sigue siendo, una fábula, no en el sentido de una composición literaria que deja una enseñanza útil o moral, sino en el sentido de ser, “una ficción artificiosa con que se encubre una verdad”. Sobre esos temas trata el libro.

En cuatro capítulos y una introducción, la autora estudia la conformación de la ACH, sus dinámicas institucionales, las políticas de la memoria, los olvidos y los revisionismos promovidos (en conmemoraciones, la enseñanza y la conservación patrimonial), donde se consolidaron marcos, lugares y tradiciones de la memoria.

El capítulo 1, estudia la conformación de la Academia, por hombres de la elite política conservadora, aficionados a la historia, o a lo que ellos creían era o debía ser la historia; fue una institución que contó hasta 1958 con los recursos del Estado, lo que le permitió mantener una publicación periódica, el Boletín de Historia y Antigüedades; desarrolló un trabajo de transferencia hacia las academias regionales; y, se constituyó en el ente emisor y legítimo de la memoria oficial de la República de Colombia en el periodo señalado.

El capítulo 2, con base en el concepto de tradición inventada, desarrolla la práctica de los festejos patrios y a la vez religiosos, con la misión de recordar fechas estelares y con ello inculcar valores y normas por medio de la repetición. El capítulo 3, estudia la misión desarrollada por la academia de conservar el patrimonio histórico y cultural (archivos, monumentos, iconografía patriótica, y la galería de historiadores, donde por supuesto, los propios miembros de la academia se otorgan su lugar). Aquí se van marcando las pautas de lo que hemos llamado la cultura pre-científica.

Los eventos conmemorativos, colocaron a la iglesia en el centro de los acontecimientos, la cruz es la alegoría de la libertad y los próceres son los mártires que sacrificaron, como cristo, su vida por nosotros, no importan sus fallos, sus ideas, sus cambios abruptos, lo que interesa es mantenerlos en la santidad. Por ejemplo, Bolívar como Moisés fue un destello viviente del poder divino. Con este discurso, la iglesia contribuía a la defensa de su posición política como institución eclesiástica en contra de las reformas liberales. El soldado, el párroco o el misionero son objeto de monumentos para su recordación, en un acto de gratitud para con ellos. No faltó incluso, la idea que la iglesia era la fuente de la civilización.


El capítulo 4, trata de la forma como la Academia fue la fuente de la enseñanza de la historia como historia patria por varias generaciones. Bajo la categoría de análisis de la memoria ejercida de Paul Ricoeur, Sandra aborda los usos públicos del pasado, la operación cognitiva de la rememoración de un acontecimiento que tuvo lugar y la memorización del aprendizaje de saberes y destrezas que se constituyen en hábitos. Así la propuesta de la enseñanza de la historia por parte de la Academia se hizo bajo cuatro claves: lo que se debe saber, lo que se debe enseñar, lo que se debe recordar y, tal vez, lo más importante y relevante, lo que se debe olvidar.

lunes, 22 de mayo de 2017

La historia de Colombia en debate - Serie Documentos

A continuación reproduzco un encuentro para debatir la concepción de la historia de Colombia, publicado en el Magazín Dominical de El Espectador de el 30 de abril de 1989 (No. 316). Ahora que se está discutiendo en el Congreso de la República el proyecto de ley para la enseñanza de la historia, lo que allí se discutió resulta relevante 28 años más tarde. Sorprende que, por lo menos, en materia de difusión de la historia la situación no ha cambiado mucho, a pesar de la ampliación del número de programas de historia y de una producción universitaria amplia.































La CEPAL y su influencia en el pensamiento económico en Colombia, 1948-1970

E l  libro, El pensamiento económico en Colombia. Construcción de un saber 1958-1970, editado en Bogotá, por la editorial de la...