Gabriel García Márquez en viñetas

Comentario al libro de Pantoja, O., Bustos, M., Camargo, F., Córdoba, T., & Naranjo, J. (2013). Gabo. Memorias de una vida mágica.  Bogotá, D.C: Rey Naranjo Editores.

El país de Melquiades, de Ursula Iguarán, de Remedios la Bella y de la cohorte de los Buendía se resiste a perder una segunda oportunidad sobre la tierra que lo ha visto formarse, crecer y reconstruirse permanentemente generación tras generación. Esa es la sensación que nos transmiten los autores de “Gabo. Memorias de una vida mágica”, una obra atrevida por su formato como por su tema.

Entre los atractivos de este libro esta su formato: la novela gráfica, entendida como un género híbrido que comparte características de la literatura, el arte, el cine y la ilustración. Es un concepto que busca entender la novela gráfica como un nuevo estadio del cómic, haciéndolo una obra de reflexión crítica[1]. Una exploración por la Web nos lleva a un mundo aún desconocido en Colombia como: el sitio de novelas gráficas “68revoluciones” que mantiene una biblioteca de novela gráfica con sus respectivas notas bibliográficas con comentarios acerca del contenido, autores y ediciones[2]; y el sitio del premio internacional de novela gráfica de la primera distribuidora en Europa de productos técnicos y culturales Fnac Sins Entido de España[3], entre otras muchas que existen en la red. Para muchos, es este, un género que normalmente se asocia a

la aventura, a las historietas que algunos leímos como: las mexicanas Águila Solitaria y Kalimán el hombre increíble de Víctor Fox (Héctor González Dueñas)[4], la norteamericana Tío Rico, la francesa Asterix, o la chilena Condorito. En nuestro medio el comic actual ha sido parte en la prensa escrita haciendo el papel de historietas anexas a la producción de las noticias: son conocidos Calvin y Hobbes, Olafo y los polémicos y profundamente políticos Quino y Mafalda del argentino de Joaquín Salvador Lavado, “Quino”. Por lo tanto, “Gabo” es una historia que nos invita, en nuestro país, a revivir el género de la novela gráfica, a actualizarnos en las tendencias existentes más allá de las fronteras y a aprender que, el comic como forma discursiva, también puede tener un espacio entre la cultura colombiana.

Otra novedad que trae Gabo, es su estructura cinematográfica, es decir, el diseño del relato en tiempos que se mueven entre el presente y el pasado, eso aleja al libro del comic tradicional, aquél con el que se educaron las generaciones anteriores a la popularización de la televisión.

El segundo aspecto es el referido a escoger al autor vivo más importante de la literatura en castellano, al autor que nos ha conmovido con el relato del viejo que espera pacientemente una carta que nunca llegará en “El coronel no tiene quien le escriba”; con la novela del amor eterno de Florentino Áriza por Fermina Daza en “El amor en los tiempos del cólera”; con el guion sobre la soberbia y la venganza en “Tiempo de Morir”; en fin, al ocuparse de Gabriel García Márquez, es a todas luces un acto de valentía.

Como bien lo dicen los autores de “Gabo”, son muchas las obras escritas acerca de nuestro Nobel de Literatura. Por qué no escoger a Tomas Carrasquilla, a José Eustacio Rivera, a Rafael Pombo, a Fernando Vallejo, entre otros colombianos que en el campo literario han sido sobresalientes. Es claro que, Nobel de Literatura sólo hemos tenido uno y “Cien años de soledad”, es una de las obras más leídas en el mundo y de ella la Web, en una búsqueda simple, arroja más de dos millones de registros en español y otro tanto en inglés. Además, nos regalo a los colombianos una posición de privilegio en el mundo de las letras, compensando el sino trágico y de desprestigio con el que nos ven en otras latitudes. El reto es grande y por eso mismo, vale la pena hacer un ejercicio que permita motivar aun más la lectura de la obra de García Márquez, ese es uno de los mensajes que quedan al leer Gabo.

El tema el libro es entonces recrear una selección de hechos de la vida de un hombre que se la juega por la literatura como medio de vida y de realización personal y que logra su propósito con creces, recreando su propio mundo. Pero es aquí donde el texto presenta una limitación, en el hecho que la obra de García Márquez es más que Cien Años de Soledad. Como no ver en El General en su Laberinto, el reto que se impuso García Márquez de atacar la conciencia de lo colombianos con la figura del libertador hecha no un mito poderoso y magnificente creador de nuestra nacionalidad sino un hombre odiado, vilipendiado, exiliado de su propia creación, unas repúblicas liberadas del yugo español. Este es sólo un ejemplo del reto de enfrentarse a un autor del tamaño de nuestro Nobel. Tal vez, eso será para otra ocasión.

Por último, una recomendación a los autores, para una segunda edición, que muy seguramente la lograrán, se refiere a la necesidad de incorporar un anexo bibliográfico de las obras de García Márquez y sobre García Márquez, con ello se haría una gran labor educativa de difusión, sobre todo entre los lectores más jóvenes. 

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[1] La novela gráfica. Janeiro Torres, Fernando. 2013. 1, Barcelona : Universidad Pompeu Fabra,

Primavera de 2013, Revista Forma. Revista d'Estudis Comparatius, Art, Literatura,
Pensament, Vol. 1, págs. 115-117. http://www.upf.edu/forma/pdf/vol01/forma_vol_01_14_ janeirofernando.pdf.  ISSN
2013-6761.

[2] Diegogue. 2012. 68revoluciones. http://www.68revoluciones.com/?p=5634.
[En línea] 2012.

[3] Fnac. 2011. Clubcultura.com. [En línea] 2011. [Citado el: 10 de marzo de 2013.] http://www.clubcultura.com/premios.

[4] Mexicomic. 2011. Mexico Comic. [En línea] 15 de febrero de 2011. [Citado el: 9 de enero de
2013.] http://mexicocomic.blogspot.com/2011/02/aguila-solitaria.html. En este sitio, se cuenta como las editoriales mexicanas RaCaNa y Racu editaron Kaliman desde 1965 y Aguila Solitaria desde
1976 en México, las cuales posteriormente fueron reproducidas en Colombia,
Caliman desde 1976 y Águila Solitaria desde 1979 por la editorial CINCO.